sábado, 30 de mayo de 2009

LA OPINIÓN DE LA SEMANA

Por Javier de Miguel

REVOLUCIÓN, INDIVIDUO Y COMUNIDAD

Hace no mucho, y con motivo de la reciente campaña de la Conferencia Episcopal en defensa de la vida, escuché en un medio de comunicación un breve corte de una entrevista a una persona encargada de un proyecto ecologista ligado a la defensa del lince ibérico.

Cuando (intuyo) se le preguntó por la campaña que la Conferencia Episcopal Española había lanzado, denunciando que los linces eran objeto de mayor protección que los nonatos, contestó que la comparación realizada por los Obispos españoles no era procedente, porque ellos defendían individuos, mientras que las organizaciones como la suya defienden comunidades. En otras palabras, a estos señores les importa un rábano el lince si en el planeta existiese un número de linces tal que la existencia de la especie no estuviera amenazada.

Esta afirmación no supone un gran escándalo cuando se refiere a animales (si bien es matizable, pues como ecologista no debería mostrar una indiferencia tan rasa al respecto). El problema surge (y alguien pensará que soy un malpensado, pero lo que observo me impide pensar de otra manera), cuando este razonamiento se extiende a todos los seres vivos, es decir, cuando introducimos en el mismo saco al hombre, de manera que el individuo humano tiene menos valor que la comunidad, o tiene el valor que la comunidad decida.

El quid de la cuestión es que las ideologías revolucionarias tienen en su ADN el rechazo a la importancia absoluta del individuo tomado al margen de la comunidad, lo cual tiene plena coherencia con la ideología utilitarista, que se resume en que se puede liquidar a unos pocos, si con ello se genera más beneficio que el mal causado. Esta ideología no niega el mal, pero lo justifica por un supuesto bien superior. Así, el valor del ser humano individualmente, en vez de ser una recta de pendiente cero en infinito, se dibuja como una función asintótica en el que la dignidad del ser humano se convierte en la variable dependiente (de la cantidad de seres humanos, de la utilidad que genera cada ser humano a la comunidad, o de vaya usted a saber qué), y no en la independiente, dando lugar a una función asintótica en los ejes del primer cuadrante: es decir, a más cantidad / utilidad / lo-que-interese, menos valor, y viceversa. Valgan como ilustración algunos someros ejemplos:

1) El mega-progresista y ultra-solidario gobierno español, que en los últimos años ha abierto la mano hasta la dislocación a la entrada de ilegales, prepara ahora un proyecto de ley de Reforma de la Ley de Extranjería que prohibirá proporcionar ayuda humanitaria a inmigrantes sin papeles. La razón de la incongruencia: esta gente interesó a la comunidad (en pretérito): más producto interior bruto, más consumo, más empleo, más votos; ahora no interesa que estén (en presente): más desempleo, menos consumo, más conflictividad, menos votos.

2) El nuevo proyecto de ley del aborto es otro ejemplo. Craso error cometen, a mi juicio, haciendo malabarismos para intentar demostrar lo indemostrable: que el feto abortado no es un ser humano. Mejor harían asumiendo que realmente se trata de un ser humano, y entrando en la teoría del “conflicto de intereses” o del “mal menor”, ambos de reminiscencia utilitarista, que es el verdadero trasfondo de la cuestión, es decir, que hay seres humanos “de primera” y “de segunda”, en función de lo que convenga en cada momento

3) Otro clásico del desprecio al ser humano, es el del mito de la superpoblación (según los neomalthusianos, hace 100 años que la especie humana habría perecido de inanición por falta de recursos, hoy en día somos 6.000 millones, y lo único que impide que haya gente que pase necesidad es la corrupción y la inmoralidad de un buen puñado de personas). El mito de la superpoblación y de la miseria es el punto de partida de las ideologías abortistas, anticonceptivas y eugenésicas, haciendo pagar por ello a los más débiles mientras se les hace creer que se les ayuda (entre paréntesis, es público y notorio que muchos métodos anticonceptivos químicos que se aplican a mujeres del Tercer Mundo están prohibidos en el mundo desarrollado por sus efectos nocivos sobre la salud. Además, si el problema es el VIH, una pastilla no lo previene: ¿será que lo que realmente importa es que no procreen, y si encima se mueren de SIDA, dos pájaros de un tiro?

4) Esta filosofía del hombre contra el hombre, que por un lado es dogmática en la defensa del evolucionismo más materialista, pero por otro afirma que es el ser humano el único y absoluto culpable del cambio climático y la extinción de las especies, como si su fantástica teoría de la evolución no tuviese nada que decir al respecto, sólo puede explicar su contradicción en el fustigamiento del propio ser humano, del que, aunque niegan el pecado original, afirman que su actuación sobre el medio es malévola por definición, y que lo que sobran, en definitiva, son seres humanos, y no linces o delfines.

Créanme que me gustaría pensar de otra manera: los hechos, y en especial los de más rabiosa actualidad, demuestran, como ya he dicho, que hay categorías, niveles, estándares, listones, umbrales, o como le quieran llamar, de seres humanos (no está mal para una ideología que afirma que todos somos iguales). El problema añadido es que esas categorías, niveles, etc, los fija un señor o señora con un pedazo de papel llamado Boletín Oficial del Estado en la mano, a la vez que afirma, como se oye en muchas ocasiones a la Vicepresidenta, que una cosa son las creencias de unos, y otra, las leyes (que no son más que las ideologías de los otros, solo que éstos mandan, y aquéllos, no). Así de simple. Tan simple y clamoroso como el desprecio que despierta una ideología que trata al ser humano como una auténtica basura.

martes, 19 de mayo de 2009

LA OPINIÓN DE LA SEMANA

Por Javier de Miguel


¿ES USTED REVOLUCIONARIO Y NO LO SABE? EL TEST DEL REVOLUCIONARIO


1. Respecto a las cuestiones de conciencia, el legislador debe:

0 a) Por encima de todo, buscar el consenso y/ o un pacto de estado que abarque el mayor número de sensibilidades.
0 b) Legislar como en cualquier otra cuestión, por la ley de la mayoría, no hay ninguna diferencia
0 c) Tomar en consideración criterios objetivos y pre-políticos de juicio, en base a la dignidad humana.

2. El papel de la Iglesia Católica respecto a las cuestiones morales en el ámbito público debe ser:

0 a) La Iglesia puede recomendar u obligar a sus seguidores a actuar como considere, pero sus posturas no son vinculantes para los no-creyentes.
0 b) La Iglesia no debe manifestar su opinión en público, pues desvirtúa el juego democrático y el sano debate de ideas proponiendo dogmas absolutos.
0 c) La Iglesia tiene un papel fundamental a la hora de iluminar al pueblo y a los gobernantes sobre la verdadera dignidad humana.

3. La relación Iglesia-Estado debe ser:

0 a) Se debe limitar al respeto, el diálogo y la cooperación.
0 b) La relación debe ser como con cualquier otra institución, sin ninguna clase de trato preferente, y por tanto, los concordatos deben ser abolidos.
0 c) El Estado, en su legítima autonomía, debe reconocer el papel de la religión en el desarrollo de la sociedad, y reconocerlo pública y efectivamente.

4. Usted considera que un crucifijo en una escuela (sea pública, concertada o privada):

0 a) Está bien si coincide con los ideales del centro, pero en las escuelas públicas, si la legislación decide retirarlos, no se puede decir nada contra ello.
0 b) Se deben retirar por ley, pues en un estado aconfesional la simbología religiosa debe reducirse al ámbito estrictamente privado, pues ofende a personas con otras creencias.
0 c) No molesta a nadie, siendo un elemento de culto en un lugar público, el culto se lo puede dar quien lo desee, de esa manera se conjugan los intereses de todos.

5. Su concepto de igualdad entre hombre y mujer es:

0 a) Igualdad de oportunidades y posibilidad de conciliar vida laboral y familiar, pero sin reconocer que tengan una naturaleza diferente.
0 b) Igualdad absoluta en comportamientos y eliminación de todas las diferencias psicológicas y fisiológicas (maternidad, menstruación) que impiden a la mujer ser un calco del hombre.
0 c) Igual que la respuesta a), pero reconociendo una naturaleza intrínseca a cada uno que los hace iguales en dignidad, pero diferentes en comportamiento y aptitudes.

6. Respecto a la educación diferenciada concertada:

0 a) Se debe mantener mientras exista demanda suficiente, porque garantiza la libertad de los padres, es una opción más.
0 b) Es de por sí discriminadora, y por tanto, contraria a los valores del Estado de Derecho, y por tanto, no puede recibir financiación pública
0 c) Hay que reconocer su eficacia en resultados, y promoverla públicamente, al menos al mismo nivel que la educación mixta, reconociendo la verdad de sus resultados.

7. Respecto a temas científicos relacionados con el inicio y el fin de la vida:

0 a) Los diagnósticos corresponde únicamente al ámbito médico, y al Parlamento, decidir democráticamente sobre estos temas, buscando amplios respaldos
0 b) Se debe educar a la sociedad en la verdadera libertad, aunque eso pueda implicar choques entre diversas conciencias
0 c) Se debe respetar por encima de todo la dignidad sagrada de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, en igualdad de derechos en todas sus fases

8. ¿Cree usted que existe una verdad objetiva sobre temas morales?

0 a) Los temas de conciencia son delicados, se deben respetar y se deben buscar soluciones intermedias que contenten a la más amplia mayoría de la sociedad.
0 b) En absoluto, todas las opiniones, excluyendo las extremas, son igualmente válidas, y se deben estudiar para decidir cuáles son las que aportan mayores cotas de progreso y libertad.
0 c) Existen una serie de principios innegociables a los que ningún ciudadano debe renunciar pese alas imposiciones de los gobernantes

9. ¿En qué casos cree usted que estaría justificada una rebelión cívica contra una legislación concreta o un sistema legislativo?

0 a) Las leyes se deben debatir en el Parlamento, y deben respetarse al máximo, pues en democracia se trata de buscar consensos, sabiendo que nunca llueve a gusto de todos.
0 b) No, excepto que tengan un carácter reaccionario y pretendan imponer dogmas o visiones morales que entren en contradicción con el carácter aconfesional del Estado
0 c) Siempre que la dignidad y libertad humanas se vean en peligro, tanto la de quienes tenemos voz y voto, como de quienes no la tienen.

10. ¿Cuál cree que es el problema no-económico más importante que tenemos en España en la actualidad?

0 a) Un gobierno sin ideas, que no tiene un concepto definido de España, y que aparca las decisiones realmente importantes para centrarse en asuntos de pequeña importancia que no generan consenso.
0 b) La reminiscencia del pasado, en particular del enorme peso que aún ostenta la Iglesia Católica en España, y muchos prejuicios reaccionarios que persisten una parte importante de la sociedad.
0 c) El declive moral de la sociedad, auspiciado por un gobierno que marcha por el camino de la aniquilación moral, y una oposición que se tapa la boca a la hora de censurar todo aquello que desde el poder ataca la dignidad del hombre.

RESULTADO DEL TEST:

- Predominio de las respuestas a): Es usted probablemente un liberal de los que se hace llamar de derechas, en resumidas cuentas, es usted “marianista” (de Mariano Rajoy). Pretende tomar una posición neutral ante temas que no lo son. Busca no tener problemas y contentar a la mayoría. La filosofía del voto útil va bastante con usted. Vigile las compañías y los medios que sigue, porque es usted un revolucionario en potencia, o bien un utilitarista de la política.

- Predominio de las respuestas b): Aunque pueda no tener conciencia de ello, posee usted una mentalidad completamente revolucionaria. Le disgusta la idea de la existencia de una moral objetiva inmutable, y sólo acepta el juego parlamentario como criterio definidor de lo moral. Le irrita que la religión tome parte lo más mínimo en la vida pública.

- Predominio de las respuestas c): Se encuentra usted en el planteamiento correcto de las diferentes cuestiones. Sea o no creyente, es usted una persona equilibrada y que valora las cosas objetivamente y sin prejuicios, reconociendo las limitaciones del sistema y abogando por la existencia de principios inalienables en la convivencia social.

domingo, 17 de mayo de 2009

PINCELADAS REVOLUCIONARIAS EN LA RED



Denuncian una nueva ofensiva de la ONU contra la Iglesia Católica por su oposición al aborto

Austin Ruse, director de Catholic Family Human Rights Institute, una institución estadounidense que lucha contra el aborto y tiene una labor muy activa en las conferencias pro-muerte de la ONU, ha denunciado la manipulación que hace Naciones Unidas de las cifras de mujeres muertes en el mundo como consecuencia de la maternidad y ha alertado sobre la preparación de una ofensiva contra la postura pro-vida de la Iglesia en la próxima conferencia sobre desarrollo de la ONU en Berlín.

Publicado el 2009-05-17 11:15:00

(InfoCatolica) En una carta dirigida a los suscriptores del boletín de su institución, Austin Ruse denuncia que en la próxima conferencia de la ONU en Berlín cn motivo del decimoquinto aniversario de la Conferencia de El Cairo sobre Población y Desarrollo, habrá sesiones protocolares presididas por funcionarios de las Naciones Unidas en las que se instruirá a los delegados de la ONU sobre cómo argumentar en contra de la oposición religiosa al aborto.

El director del Catholic Family Human Rights Institute advierte de que también participarán en la reunión el grupo anti-catolico y pro-abortista "Católicas por el derecho a decidir”, muy estimado en la sede de la ONU, así como la mayor agrupación que promueve el aborto en el mundo: la Federación Internacional de Paternidad Planificada. Esta organización es vista por la ONU como la “ONG por excelencia”, pues considera que ese grupo genocida es su mejor aliado en lo que ellos denominan “salud reproductiva”.

Ruse asegura que "Berlín será un festival del odio contra los niños en gestación y contra los creyentes que quieren salvarlos del bisturí de los abortistas" y pide que se recuerde que "en la Conferencia de El Cairo de 1994, el Papa Juan Pablo II Magno resistió los intentos de la ONU de introducir el derecho internacional al aborto.

"He visto con mis propios ojos", asegura Austin Ruse, "cómo las autoridades de la ONU vociferaban contra los negociadores del Vaticano que querían hablar. Se les recriminaba a los gritos que `obstaculizaban el consenso´ sobre el derecho de las mujeres de abortar a sus niños en gestación".

"He sido testigo de cómo un diplomático vaticano resistía, completamente solo, contra el peso del mundo. ¡He visto a los guardias de seguridad de la ONU acechar a laicos cristianos cuando los radicales abortistas los tildan de peligrosos´! He comprobado cómo los cristianos defensores de la vida se quedaban durante toda la noche en las calurosas salas de conferencias, que huelen a humedad, para evitar que los abortistas se salieran con la suya"., concluye Ruse.

miércoles, 13 de mayo de 2009

LA OPINIÓN DE LA SEMANA.

Por Javier de Miguel

¿POR QUÉ ESPAÑA?

La píldora: alguien probablemente se sorprenderá de que no dedique la columna de esta semana a tan surrealista anuncio por parte de las Sras. Aído y Jiménez. No lo voy a hacer directamente por tratarse este blog de temas más de fondo que el mero análisis de la rabiosa actualidad, pero sí lo voy a hacer de manera indirecta.

Medidas como ésta, y otras muchas que le precedieron (matrimonio homosexual, divorcio express, ley de plazos del aborto), y otras que le sucederán (eutanasia) configuran en España un conglomerado de actuaciones dirigidas a más que radicalizar el panorama social. Y digo más que radicalizar porque este tipo de medidas revolucionarias están azotando, desde 2004 (comienzo de la más reciente sub-etapa revolucionaria en España) con especial virulencia a nuestro país.

Se dice a menudo como excusa que estas medidas persiguen una supuesta “homologación” con la legislación de la mayoría de los países europeos. Quien lo hace, miente: en primer lugar, el populacho desconoce cómo se legislan estos temas en el extranjero; y como consecuencia se desconoce que la legislación española en materia sexual es de las más agresivas y revolucionarias del mundo. No tengo espacio para hacer comparativas ahora, pero a la luz pública están, a través de ese maravilloso invento llamado Internet. Por eso, no valen las comparaciones, primero porque son falsas, y segundo, porque en Europa muchos empiezan a dar marcha atrás (o dejar de dar marcha adelante) en relación a algunas medidas que aquí se toman con toda la suficiencia del mundo.

Valga esto como introducción. Entonces, ¿qué motivo lleva a que España sea, a día de hoy, la vanguardia revolucionaria de Europa? (la nueva punta de lanza serán los EE.UU del Sr. Obama, ya lo verán). ¿Quién tiene especial interés en esto, y por qué?

La sociedad española tiene una idiosincrasia muy particular que la hace especialmente vulnerable, o mejor dicho, un caldo de cultivo, de las ideas revolucionarias. Y esa personalidad se resume, a mi modo de ver, en tres factores:

Por un lado, el volumen de inmigración y su proximidad al continente africano: esto lleva implícito un riesgo endógeno de despersonalización de la sociedad, acelerado por la legislación actual (efecto “llamada”) y por la que vendrá (el voto de los inmigrantes en las municipales está al caer, nadie se podrá oponer, so pena de ser tachado de fascista y xenófobo). En definitiva, se quiere que la personalidad y tradiciones socio-culturales del país se disuelvan como un azucarillo (que es exactamente lo que se pretende a nivel global con la Alianza de Civilizaciones) en el “café para todos” de la política migratoria de los que mandan: eso significa terreno abonado para implantar nuevas ideas en medio de la confusión. Por tanto, dejémoslo claro: la islamofilia de la izquierda española no es porque sí: a los revolucionarios, el Islam les importa un comino: pueden estar seguros de ello. Lo que ocurre es que los guiños al Islam son una manera de debilitar a la religión mayoritaria de España y, de paso, tambalear el sistema de valores que ha envuelto nuestra cultura e historia bajo la manta de la “ética de mínimos” (que, de por sí, da para otra columna entera: lo abordaremos). El día que el Islam moleste, o ya no sirva para lo que se pretende, se lo quitarán de encima a patadas: bastará con decir lo que ahora no dicen porque no conviene: que el Islam es violento, machista y opresor, y por tanto, no conviene a una sociedad ultra-moderna como la nuestra.

El segundo factor determinante es el acervo histórico contemporáneo de España, concretamente, el hundimiento (por su propio peso) de la II República, el levantamiento militar de 1936 y la dictadura franquista. Cada uno de ellos es la excusa perfecta para dinamitar todo lo que se supone que proviene de ello: es decir, resulta que la tradición católica milenaria de España comenzó, según los revolucionarios, en 1939, bajo los mandos de un señor muy malo que quiso meter por las orejas a la gente una religión que nunca había existido en España, unos valores que a todo el mundo eran ajenos, y en definitiva, una idiosincrasia social contra natura que debía ser normalizada por los cauces del nihilismo, el ateísmo y el hedonismo, que era lo que había predominado en España a lo largo de toda su historia., ¿verdad?.

Y el tercer factor, que puede parecer contraproducente, pero es así, es la propia tradición católica de España: es decir, justo lo que hemos visto negar a las bocas revolucionarias en el párrafo anterior. Esto parecería que debe actuar de freno, pero de hecho es más bien un catalizador de las ideas revolucionarias. Se ha conseguido crear un sentimiento de inferioridad por nuestro supuesto “lastre” católico que, a juicio de la izquierda, es la principal causa de letargo social en España. De ahí las continuas referencias a la homologación de las legislaciones. Pero que nadie se lleve a engaño: este último factor, y también el segundo, no son más que la consecuencia de un pulso mediático-cultural que la revolución tiene ganado en España desde los años de la transición. Y esto no es sólo culpa de la revolución. Las malas acciones también son por omisión, y aquí mucha gente ha callado y tolerado no que nunca se debió callar ni tolerar. Veremos si no es ya demasiado tarde.

viernes, 8 de mayo de 2009

PINCELADAS REVOLUCIONARIAS EN LA RED

Por Javier de Miguel

Estimados lectores:

Una diáfana muestra más de cómo funciona la revolución. Con toda la desvergüenza del mundo se aboga por los principios más básicos de la revolución, a saber:
- Negación de la ley moral objetiva
- Negación de la existencia de una naturaleza humana
- Absolutización de la democracia y soberanía legislativa abosulta.

¿No les suena esta música? A quienes sigan los contenidos de este blog, a buen seguro que sí: lo que sigue es de manual: del manual del Buen Revolucionario. Y la web donde se ha publicado, tampoco tiene desperdicio. Ahí va:

http://www.redescristianas.net/2009/05/07/antonio-garcia-santesmases-%c2%abes-legal-y-legitimo-que-el-congreso-pida-al-papa-que-rectifique-sobre-el-sida-y-el-preservativo%c2%bbjavier-moran/#more-15847Antonio García Santesmases: «Es legal y legítimo que el Congreso pida al Papa que rectifique sobre el sida y el preservativo»

Javier Morán
«Con la crisis, se está ejerciendo una presión muy fuerte sobre Zapatero y no sé si resistirá; espero que sí»
Antonio García Santesmases (Madrid, 1954), doctor en Filosofía, profesor titular de Filosofía Política en la UNED y ex diputado socialista, disertó ayer en la Casa del Pueblo del PSOE sobre la II República. Santesmases es autor de obras como «Repensar la izquierda», «Ética, política y utopía» o «Laicismo, agnosticismo y fundamentalismo».

-¿Debe el Congreso reprobar a Benedicto XVI?

-En la Comisión de Exteriores hay proposiciones de los grupos con recomendaciones sobre la política exterior de España con relación a otro Estado. En la medida en que las palabras de Benedicto XVI, como jefe del Estado Vaticano, afectan a un problema de la humanidad, es evidente que no sólo es legal, sino legítimo que el Congreso exprese su opinión. De acuerdo con Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, se ha de combatir la plaga del sida y el uso del preservativo es uno de los métodos imprescindibles. Debemos velar por esos criterios y pedir que rectifiquen las personas que van en contra de ello.

-Obispos españoles defienden la libertad de expresión del Papa.

-Uno es libre de expresar su opinión, pero los demás son libres de aceptarla o de criticarla. Todos estamos sometidos al escrutinio de la crítica y eso no cercena nuestra libertad de expresión.

-¿Reforma de la ley orgánica de Libertad Religiosa?

-Todavía estamos a tiempo de decidir si vamos a una situación multiconfesional o a intentar instaurar un principio de laicidad que abarque a las distintas confesiones. Por ejemplo, habría que decidir si queremos en los centros públicos un estudio científico, filosófico, sociológico, histórico, del hecho religioso para todos los alumnos y dejar los asuntos confesionales fuera de la escuela, en las catequesis, en las sinagogas, en las mezquitas, en las iglesias.

-¿Habría que reformar los acuerdos España-Santa Sede?

-Creo que sería preferible renegociar los acuerdos, que se aprobaron hace 30 años sin el voto del PSOE en el Congreso y en una situación de hegemonía de la Iglesia católica. Si no se derogan los acuerdos, la ley de Libertad Religiosa va por el camino del multiconfesionalismo, no del laicismo.

-¿Qué significa?

-Podemos elegir entre el modelo de la República laica francesa o el modelo multicultural británico. Prefiero el primero. Evidentemente, como están haciendo hoy los mejores teóricos franceses del laicismo, replanteando el modelo de cara al problema de la inmigración, de cara a lo que ellos llaman la laicidad abierta, incluyente.

-Sarkozy fue criticado por la izquierda al plantear la reforma del modelo laico francés.

-Antes de Sarkozy ya hubo el informe de la comisión Stasi y otros encargados por la República sobre cómo había que hacerse cargo de la pluralidad religiosa. Sarkozy se subió a ese carro mezclando los problemas de orden público -había sido ministro del Interior- con un cierto renacimiento espiritual. Por cierto, ello no compaginaba mucho con la vida que el hombre llevaba. Le pasaba un poco como a Berlusconi: hacen unos elogios enormes de Benedicto XVI y después hacen lo contrario de lo que el Papa recomienda al conjunto de los mortales. Pero eso ya es otra cuestión.

-¿El estado del laicismo en España?

-Estamos en un debate tan tremendo sobre la crisis que ha quedado un poco oscurecido. Hay dos plataformas, fundamentalmente. La Plataforma por una Sociedad Laica, que agrupa a los sindicatos de la enseñanza o a la Fundación Cives, y la Plataforma Europa Laica, más cercana a las tesis de Puente Ojea y al ateísmo. La Fundación Cives es más cercana a este planteamiento de la laicidad abierta.

-¿Coordenadas de la laicidad abierta?

-Se distingue entre lo privado, lo público y lo estatal. Ésta es la clave. El Estado es autónomo políticamente. El Parlamento es soberano y funciona la regla de la mayoría en la perspectiva de temas que sabemos que son muy delicados, como el derecho a la muerte digna, la ley de interrupción del embarazo o el matrimonio homosexual.

En las sociedades pluralistas hay que considerar que nadie tiene el monopolio de la verdad y la regla de la que nos hemos dotado democráticamente es la de la mayoría. Después, la religión tiene una dimensión de intimidad de la conciencia, de lo que llamaría Ortega las postreras y dramáticas últimas preguntas, sobre la caducidad de la existencia, la fragilidad, si hay o no hay fundamento, esperanza, sentido…

Pero donde está lo nuevo es entre Estado y confesiones, en lo público. Lo que hemos aprendido con la experiencia de la inmigración es que las religiones tienen que tener una expresión pública, para que no queden puramente en el tabernáculo de la conciencia privada. Porque, si no tienen una expresión pública, pueden conducir a elementos de clandestinidad peligrosa, como hemos visto con el Islam en Francia.

-¿Dónde está la expresión pública?

-En algún tipo de lugares, no sólo de culto, tiene que haber un reconocimiento de los símbolos, y esto nos lleva a la ciudadanía intercultural, que no es el monolitismo de una sola religión o de la irreligión, sino el intercambio, el reconocimiento de perspectivas plurales. La religión es un hecho público, pero no significa lo mismo la religión para Bin Laden que para Obama ni para Ratzinger que para Casaldàliga. Y tiene que haber un intercambio de grupos, de comunidades de memoria, de comunidades de sentido.

-Respecto a la regla de la mayoría, el cardenal Rouco manifestó recientemente que no es fundamento de la toma de decisiones, por ejemplo, sobre el aborto.

-La democracia no es sólo una técnica para seleccionar quién va a mandar. No es sólo una competencia por el liderazgo político, según el concepto de Schumpeter. Además de la técnica, tiene que haber unos valores que sustenten eso, lo que Habermas y otros llaman el patriotismo constitucional. La democracia es más que una técnica.

La tesis de Rouco es que hay un elemento previo a la política, prepolítico, que en el fondo remite a una forma de «iusnaturalismo» y a que alguien sea depositario de la interpretación de lo que es la verdad y el bien. Esto es lo que se quiere arrogar la Iglesia: que existe una moral objetiva que responde a la naturaleza humana, que es la que ellos están en condiciones de definir, de propagar y, a ser posible, de imponer frente a la soberanía de los parlamentos. Siempre me recuerda aquella frase de Bobbio: que el derecho natural tiene el problema de que ni es derecho ni es natural.

-¿Cómo está respondiendo la izquierda a la crisis?

-En el caso de España, hay un punto sobre el que habría que pronunciarse: la presión que está ejerciendo el gobernador del Banco de España o el comisarios europeo Almunia sobre lo que tiene que ser la política de protección social del Gobierno. Esta presión y la de la reforma del mercado laboral plantean un problema muy fuerte a Zapatero.

Si les hace caso, le lleva a una colisión con las centrales sindicales. Y Zapatero tiene que gobernar sin apoyos en el Parlamento, con el PP, PNV y Convergencia enfrente. Y si va a esa confrontación directa con los sindicatos, lo que se le está pidiendo es que termine su mandato, que acabe la legislatura. Mas allá de la solvencia técnica de las predicciones del Banco de España o de la UE, que yo pongo muy en duda, me parece que hay un grado fuerte de irresponsabilidad en las cosas que se están diciendo.

Creo que tienen razón las centrales sindicales: no se puede consentir que los que han sido responsables de la crisis, las instituciones financieras a nivel internacional, pretendan que olvidemos su responsabilidad y que las empresas pretendan sacar tajada de la situación con la precarización laboral y con la jubilación más allá de los 65 años. No es sensato que el presidente de la patronal salga diciendo que él está tan contento de trabajar hasta los 67 años cuando tenemos más de cuatro millones de parados. Se está ejerciendo una presión muy fuerte sobre la Presidencia del Gobierno y no sé si resistirá; espero que sí.

«Sería preferible renegociar los acuerdos con la Santa Sede antes de reformar la ley de Libertad Religiosa»

«La Iglesia dice que existe una moral objetiva que quiere definir e imponer frente a la soberanía de los parlamentos»

«Sarkozy y Berlusconi hacen elogios enormes del Papa y después hacen lo contrario de lo que Benedicto XVI recomienda»

jueves, 7 de mayo de 2009

LA OPINIÓN DE LA SEMANA

Por Javier de Miguel.

UTOPÍA VS PODER: ¿QUIÉN Y QUÉ SE GANA CON LA REVOLUCIÓN?


En la columna de la pasada semana dejé entrever que toda esta estructura revolucionaria, sus ideas, sus métodos, sus objetivos, etc, tenían un por qué. Y como corresponde a un asunto de enorme complejidad, su leitmotiv tampoco es baladí. No obstante, yo creo que en este camino las posibles argumentaciones se pueden agrupar en dos teorías: la de la utopía y la del poder.

Por un lado, algunas personas pueden pensar que estas ideologías revolucionarias son el fruto del pensamiento de un puñado de románticos de la antropología humana, que se creen iluminados ingenieros sociales con cuyas ideas transformarán el mundo, convirtiéndolo así en un paraíso terrenal, de seres humanos de género A,B,C, o cuantas letras quieran, auténticamente libres e iguales, y liberados de toda atadura pasada. Es la teoría de la utopía.

Yo me inclino más por la teoría del poder, por un motivo en esencia simple: montar toda esta tela de araña revolucionaria a nivel global, y que funcione, cuesta muchísimo tiempo y dinero, un dinero muy preciado, y que cada vez lo será más. Cuesta tanto dinero que se me hace peliagudo creer que la utopía sea el motor fundamental de este movimiento, porque de las utopías no come absolutamente nadie. Esto no quiere decir que muchos pensadores del pasado (de los del presente no estoy tan seguro), de cuya filosofía se aprovecha selectivamente la praxis revolucionaria, no tuvieran en su fuero interno algún tipo de utopía sobre el ser humano. Por tanto, no digo que no haya nada de utopía en todo esto, pero por pura lógica, la cantidad de la misma ha de ser inversamente proporcional al volumen de papel moneda que se invierta en el “proyecto”.

Un ejemplo: las ideas de los Fourier, Saint Simon, Owen, etc, e incluso las de Marx, podían haber tenido un cierto componente utópico. Sin embargo, la lucha de clases de los primitivos marxistas se ha convertido en la lucha de-lo-que-sea (sexos, generaciones, religiones) por parte de sus herederos contemporáneos. De-lo-que-sea, con tal de sacar réditos políticos que se manifiestan en una palabra: PODER.

Por tanto, más que de “ideologías revolucionarias”, deberíamos hablar de “revolución como ideología”, o mejor aún, “revolución como negocio”, pues del poder al dinero no hay ni un paso de distancia. Quien, gracias a la revolución adquiera poder, adquirirá dinero, que le proporcionará más poder, y así sucesivamente.

Ahora la pregunta del millón es: ¿por qué proporciona poder una ideología de semejante calibre, que, de por sí, sólo conduce a la ruina social y es moralmente reprobable? No es sencillo de exponer brevemente, pero grosso modo se puede resumir de forma muy gráfica, sin perjuicio de posteriores análisis más profundos.

Así, si analizamos ni que sea someramente cada una de las sub-ideologías sobre las que se asienta la revolución (ideología de género, feminismo radical, dirigismo educacional, “religión” democrática y laicismo, entre otras), todas ellas tienen un punto de conexión: dejar al individuo solo e inerme ante el poder político-social de hecho o de derecho. ¿Por qué? Pues sencillamente porque cada una de estas sub-ideologías pretende – de una manera o de otra – romper los lazos que el individuo tiene con su entorno, a saber:

- Ideología de género y feminismo radical: enfrentan a hombres contra mujeres, a esposos contra esposas y a hijos contra padres. En definitiva, es un mordisco a la yugular de la Familia*.

- Dirigismo educacional: usurpa a los padres el legítimo derecho de educar a sus hijos conforme a sus creencias, al mismo tiempo que otorga una desproporcionada autonomía a los menores, amparando un gran número de conflictos familiares. En otras palabras, el Estado queda libre para educar como le dé la real gana (La última: la AEPD – Agencia Española de Protección de Datos- se está planteando que los padres de los alumnos mayores de 16 años no tengan derecho legal a conocer las calificaciones escolares de sus hijos, por considerar que ello vulnera su intimidad. Para caerse del asiento).

- Religión democrática: La democracia como dogma en su fórmula “un individuo, un voto”. Así, se reduce la política a una mera aritmética donde lo único que importa es tener N+1 votos que el contrario, pudiendo tomar medidas represivas contra N-1 individuos sin que estos puedan defenderse.

- Laicismo: degollando la religión se consigue reducir la capacidad de juicio moral de los ciudadanos respecto de los gobernantes.

En definitiva, debilitar la sociedad enfrentando a sus organismos intermedios permite a los gobernantes mandar sin oposición alguna con una opinión pública educada y aborregada a la manera revolucionaria. Eso es lo que se busca. ¿Mano negra? No lo creo. Más bien creo que se trata de una Sociedad Anónima Revolucionaria, con numerosos socios, más o menos representativos, que unifican esfuerzos y recursos, y aprovechan sinergias para obtener un rédito. ¿Cuál? Ahora ya pueden contestar: PODER.




*Con el término Familia (en mayúsculas) me refiero al concepto único y unívico de familia formada por un hombre y una mujer unidos indisolublemente y abiertos a la vida. Con el término familia (en minúsculas) me referiré al absurdo conglomerado de figuras amorfas que las ideologías revolucionarias quieren equiparar al concepto de Familia.